No existe ningún pájaro para jaula. Ningún pájaro nació para vivir en una jaula, ni los que naces en cautiverio.
En la vida silvestre, estos hermosos seres nunca están solos, y si se separan, aún por un momento, llaman desesperadamente a sus compañeros de bandada. Orientados por la bandada, se acicalan las plumas mutuamente, vuelan juntos, juegan y comparten la tarea de incubación de huevos. Muchas especies de pájaros se aparean de por vida y comparten las tareas de cría. La mayoría de los pájaros no elige una segunda pareja en su vida silvestre después de haber perdido la primera.
Los pájaros alimentados a mano y los pájaros silvestres puestos en cautiverio, frecuentemente se tornan neuróticos, se sacan plumas y auto-mutilan, a veces llegan al punto de causarse la muerte. Muchas hembras cuando están listas para reproducirse se sacan plumas para hacer el nido y empollar , es algo natural, pero cuando los seres humanos interfieren con su conducta natural y perturban sus ciclos biológicos e instintivos al encerrarlos, sacarse plumas se convierte en una compulsión destructiva.
El estrés es una experiencia cotidiana para los pájaros en cautiverio. Los pájaros alimentados a mano anhelan el afecto y la compañía y muchas veces no les gusta perder de vista a su compañía humana. No entienden las separaciones cuando el dueño se va a trabajar, o aún peor, de vacaciones. Los pájaros penan y sufren, hasta se pueden morir de tristeza.Los pájaros extraídos de un ambiente silvestre frecuentemente están atemorizados y muy sensibles. Una persona que ha sido picada por un pájaro puede no querer volver a tocarlo, lo que significa condenar al pájaro a vivir prisionero en una jaula para siempre.
Hay que pensar y reflexionar mucho antes de obtener un pájaro, hay que tener en cuenta que ellos sufren mucho su vida en una jaula, por más amplia que sea. Son seres muy unidos y con necesidades que un ser humano rara vez les puede brindar.
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